verde botella, celeste aire marina berri y eduardo gimenez

$18.000

Emilio y Luna siguen a un botellero para recuperar el armario del abuelo y una muñeca vieja. Así descubren que los botelleros del mundo tienen un depósito en el que guardan todas las cosas que la gente vende, que ya no usa, las partes viejas de la vida, gastadas o no, lindas o feas. Lo recorren en un tren fantasma de colores: atraviesan salas rosa flamenco, azul estrellado, naranja tigre (dientes de sable) y negro pizarrón. Participan en un concurso que nadie sabe en qué consiste ni cómo terminará. Al final, si tienen suerte, llegarán al blanco final de túnel

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