Lobo de mar, Olivia Milberg

No hay quietud en el agua, ni en la calma.
Los lobos marinos mueren en el mar, las olas los traen a la orilla.
Verlos pudrirse nos da pena o asco. Sombras de empatía, sombras de amor.
La descomposición es una forma de movimiento.
El cuerpo del águila embalsamado en la cantina se nos aparece, en pesadillas, como un monstruo.

 

Fuerza no es capacidad de destrucción.

 

Me acerco al lobo de mar
a su piel de espejo,
trepo y salto las piedras
mirándolo a los ojos
negros iluminados
como la luna nueva.
En un punto
me detengo
muerta de miedo:
el impulso
no es hacia delante
es hacia adentro.
Mi cuerpo
ya no puede moverse.
no avanzo
no retrocedo
no grito.

 

[Fragmento. Más poemas en las páginas 83 a 94 de Hablar de Poesía n° 39]


Olivia Milberg nació en Buenos Aires en 1992. Publicó la plaqueta Lado tierra (2018). Estudia la carrera de Artes de la Escritura en la UNA. Los poemas que presentamos pertenecen al libro Lobo de mar, que será publicado a fines del 2019 por la editorial Añosluz.>>

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