Las hamacas de Firmat, Ivana Romero

Desde que empezaron a moverse solas, el pueblo se revolucionó. La tradicional vuelta al perro, que solo cubría las manzanas del centro, se alargó hasta la plaza Belgrano. Los autos cruzaban la ciudad en dirección al barrio La Patria, un poco antes de la ruta 93. Ahí está la capilla San Cayetano, con un cartel del santo pintado sobre una chapa, al lado de un potrero donde los chicos juegan al fútbol. Cerca hay una canilla para que los jugadores se refresquen, un caño que sale del suelo con un grifo oxidado en el extremo. El potrero está separado de la plaza por un alambrado. Exactamente en ese lugar están las hamacas, rodeadas por calles de tierra y ripio.

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