La montaña invisible, Ricardo Guiamet

La sensación, después de horas de rondar por esos caminos rurales que unían San José de la Esquina y Villa Eloísa, así como los que desde la cumbre plana del morrito se deslizaban hacia el oeste, es la de haber estado circunvalando en torno a nada, sin arribar a ningún centro, a ninguna conclusión. Como ciertos indicios a los personajes de René Daumal en su búsqueda del monte análogo, algo en el aire, en la parsimonia de los cerdos de curiosa pigmentación comiendo de un campo arado, en la nutria del zanjón —¿o debería llamarlo pequeño arroyo de montaña?— me insinuaba la imposibilidad de descubrir la cima de la pampa ondulada.

Compartir: