El Sr. Ug... Humberto Bas

Tal como le ocurría a Gregor Samsa, el narrador de esta novela también despierta luego de un sueño inquieto a la pesadilla de su propia vigilia. Pero si el personaje de Kafka emergía transformado en un insecto, la conciencia creada por Humberto Bas muta en una criatura de otro linaje… Un insomne vertiginoso, atrapado en el devenir –a la vez metódico y aleatorio– de su propia e incesante voz. El Sr. Ug… es una novela cuya duración es un único minuto de una misma noche. Una novela en la que siempre faltan once minutos para las cuatro de la madrugada. Un instante en el cual el lenguaje se repliega y se ramifica para enhebrar historias sólo en apariencia inconexas. Gavrilo Princip confiesa en primera persona el estallido de la Gran Guerra. Unos piratas encuentran un mapa napoleónico y devienen ornitólogos. Un hombre tiene contactos alienígenas justo antes de suceder en el estrado al Che Guevara ante la Asamblea de las Naciones Unidas. Un ómnibus cargado de pasajeros atraviesa una ciudad que condensa muchas otras…

Todas estas esquirlas textuales conforman un mismo soliloquio que gira en torno a la figura apocada pero ominosa de un vecino: el señor Urdanpilleta, el Sr. Ug… Un personaje que sólo puede nacer de la prosa diestra y festiva de Bas, capaz de hallar siempre un matiz inédito, un color propio en el lenguaje.

Fragmento

Luces a través de las celosías. Aprovecho la quietud del Sr. Urdanpilleta para observarlo. Arqueado sobre la baranda. La luz sobre su rostro resalta detalles como en un retrato hiperrealista. Sobrecoge su silueta. Su rostro rastrillado por el filo de una navaja. Las fronteras de sus patillas no exceden la superficie asignada. Alineamiento perfecto con la punta de la nariz. Ya tiene edad como para que en sus fosas afloren vellitos. Nada. Podrían aparecer bigotes de cucarachas, pero vellos, vellos, como vellos, nada. ¿Quién habrá montado sus cejas como fardo de cerdas alisadas y tiesas? Nada de autoconfiguración. Xilografía. Se nota la presencia de un algo extraño, una mano, un aliento, una voluntad, o simplemente la casualidad extraviada. Cerda sobre cerda, una sobre otra en perfecto orden de longitud. Las más cortas encima de todas. De ahí, trepando por la tensa capa de la sien un delta triangular como si la estampa del Nilo se hubiera tatuado en su frente. ¡Por Anubis! El amplio estuario se va estrechando hacia el interior en el caminito de su pelo engominado. Exacta la cantidad de pelos correspondientes a uno y otro lado de la divisoria. La longitud simétrica de cada par de pelos. La estampa de su perfil es una invitación al dibujo. 
Es un impulso. Voy a la cocina. En el cajón de la mesa, un bloc. El bloc anotador y el nictógrafo de Dodgson.

03:49 
03:49

Nunca hice más que tontos garabatos. Tristeza o sonrisas curvando la línea de la boca. Smile. Ya no se trata de expresar sentimientos..., inventarlos. Me propongo dibujar a mi vecino. Dibujarlo y describirlo. Las hojas anilladas del bloc se abaten una sobre otra con la escritura marcada por la presión del grafito. Dibujo y escritura, escritura y dibujo. 
El Sr. Urdanpilleta es... el Sr. Urdanpilleta piensa que... Para el Sr. Urdanpilleta...

El autor
Humberto Bas nació en Yaguaracamygta, Paraguay, en 1965. Reside en Neuquén, Argentina. Publicó la novela El Superpalo (El Fracaso, 2010), y dos volúmenes de relatos: La culeada y otros cruentos (Barcoborracho, 2008), y Varoncitos (Ediciones con doble Z, 2014).

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