| 2 cuotas de $9.000 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $18.000 |
| 3 cuotas de $6.000 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $18.000 |
| 1 cuota de $18.000 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $18.000 |
| 2 cuotas de $9.000 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $18.000 |
| 3 cuotas de $7.746 | Total $23.238 | |
| 6 cuotas de $4.405,80 | Total $26.434,80 | |
| 9 cuotas de $3.281,20 | Total $29.530,80 | |
| 12 cuotas de $2.734,20 | Total $32.810,40 | |
| 24 cuotas de $2.111,33 | Total $50.671,80 |
| 3 cuotas de $7.749,60 | Total $23.248,80 | |
| 6 cuotas de $4.254,30 | Total $25.525,80 | |
| 9 cuotas de $3.183,40 | Total $28.650,60 | |
| 12 cuotas de $2.607,15 | Total $31.285,80 |
| 3 cuotas de $8.026,20 | Total $24.078,60 | |
| 6 cuotas de $4.765,50 | Total $28.593 |
| 18 cuotas de $2.295,40 | Total $41.317,20 |
| 1 cuota de $18.000 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $18.000 |
Este no es el típico libro de cocina. No tiene recetas, es verdad. Tampoco listas de ingredientes. Pero a través de los relatos de Rodo Reich llegamos a un lugar más grande, más cabal y completo acerca de lo que comemos. Memorias que son personales y también de todos. Historias que nos confirman que la comida siempre excede una lista de ingredientes y un puñado de instrucciones, - Paulina Cocina
Rodo Reich, querido e incisivo periodista gastronómico, escritor y, fundamentalmente, un tipo apasionado por la comida, imaginó este libro como un menú tradicional que podríamos encontrar en un bodegón o en un restaurante argentino. El pan y la manteca, los alcauciles, el vino, los ravioles, la carne, el café, el flan. No se necesita nada más para detonar nuestros sentidos gustativos, y Menú del día hace eso, recorre platos típicos, de aquellos que que están clavados en la memoria sensorial de todos nosotros, y va enlazando la historia de la gastronomía con sus propios recuerdos, que son los que fundan el amor e incluso el rechazo por la comida. Pero esta explosión en la boca no es siempre idealizada: Reich es también un entrañable antihéroe que sabe muy bien que en una autobiografía culinaria siempre hay luces y sombras, sabores agridulces, banquetes fastuosos y alguna cosita para picar.
