| 2 cuotas de $10.725 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $21.450 |
| 1 cuota de $21.450 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $21.450 |
| 2 cuotas de $13.050,18 | Total $26.100,36 | |
| 3 cuotas de $8.964,67 | Total $26.894,01 | |
| 6 cuotas de $4.904,54 | Total $29.427,26 | |
| 9 cuotas de $3.519,23 | Total $31.673,07 | |
| 12 cuotas de $2.831,40 | Total $33.976,80 | |
| 24 cuotas de $2.020,14 | Total $48.483,44 |
| 3 cuotas de $9.234,94 | Total $27.704,82 | |
| 6 cuotas de $5.069,70 | Total $30.418,25 | |
| 9 cuotas de $3.793,55 | Total $34.141,97 | |
| 12 cuotas de $3.106,85 | Total $37.282,25 |
| 3 cuotas de $9.261,39 | Total $27.784,19 | |
| 6 cuotas de $5.215,21 | Total $31.291,26 |
| 18 cuotas de $2.272,74 | Total $40.909,44 |
| 1 cuota de $21.450 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $21.450 |
Después de un asado familiar, a la hora viscosa de la siesta, una chica y su novio se escapan para ir a un telo. Después del sexo se miran en el techo espejado sobre la cama y se ven como un matrimonio anciano. De a ratos, usan un desgano prehistórico, el mismo con el que pasan las fotos de un álbum en Facebook. Él le cuenta cómo su padre lo abofeteó: primero así, después así y de nuevo así, la mímica de un golpe humillante que se describe igual que la mímica del sexo, esa coreografía antigua y vital que la narradora, a pesar de su juventud, parece conocer de antes, de otra vida, de otro tiempo, y que jamás la obnubila.
En la línea valiente y melancólica de Milena Busquets o el desprejuicio sensual de Miranda July, estos cuentos diseccionan la crudeza y el espanto del amor y la violencia de sus contradicciones: esos pasadizos oscuros como los de un tren fantasma por los que deambulan madres, padres, hijos. Personajes que para crecer se abrazan a la deriva y al desencanto.
Como una joven sabia, insobornable y piadosa, aguda y delicada, Olivia Gallo cuenta con distancia lo que pasó ayer. Aleja el pasado, lo retuerce, lo estira, lo saborea como a un caramelo ácido, se deja conmover o irritar, pero no tanto como para llorar. Nunca para tanto.
Magalí Etchebarne
