| 2 cuotas de $12.000 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $24.000 |
| 1 cuota de $24.000 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $24.000 |
| 2 cuotas de $14.601,60 | Total $29.203,20 | |
| 3 cuotas de $10.030,40 | Total $30.091,20 | |
| 6 cuotas de $5.487,60 | Total $32.925,60 | |
| 9 cuotas de $3.937,60 | Total $35.438,40 | |
| 12 cuotas de $3.168 | Total $38.016 | |
| 24 cuotas de $2.260,30 | Total $54.247,20 |
| 3 cuotas de $10.332,80 | Total $30.998,40 | |
| 6 cuotas de $5.672,40 | Total $34.034,40 | |
| 9 cuotas de $4.244,53 | Total $38.200,80 | |
| 12 cuotas de $3.476,20 | Total $41.714,40 |
| 3 cuotas de $10.362,40 | Total $31.087,20 | |
| 6 cuotas de $5.835,20 | Total $35.011,20 |
| 18 cuotas de $2.542,93 | Total $45.772,80 |
| 1 cuota de $24.000 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $24.000 |
Herramientas del libro: una muchacha, India, sus ganas de un todo llamado acontecimiento puro, una obra pública construida entre la rosca y la guita, personajes que bien pudieron ser interpretados por Marlon Brando como el Ingeniero, secretos a voces, presidentes babosos, ensobrados diversos y un puente tan alucinatorio como el que hizo escribir a Martí más que abrir pechos es juntar ciudades. El estilo de Siegrist es materialista, fierrero, experto en autopartes y en gestiones administrativas pero también en bañados pantanosos, arroyos que se consideran ríos y criaturas terrestres, saberes como esos que Walsh utilizaba para describir una dársena como si fuera un personaje o dejaba caer, en medio de una negociación entre adversarios, a la pastora le falta un bracito. Lejos de las lánguidas poéticas pluviales pone en acción una que traslada el vigor al futuro. Y la potencia es lo que conduce a India en su Honda Dax a los alrededores de otra potencia: el puente que una dos ciudades, Victoria-Rosario. Luego habrá una huida, acontecimientos puros hasta llegar al corazón superficial de la política: la Casa Rosada (bast a no espoilear). El hecho de que a India se la llame la Turquita es un cebo para lectores sin imaginación.
María Moreno
