frente al mar de timor, hugo foguet

$8.000

En Frente al mar de Timor, preludio de Pretérito Perfecto (1983), una pluralidad de personajes, de voces y de registros insospechados dan pie al tratamiento de una variedad de temas: el amor entre Maximiliano y Camila, el desencanto del mundo y la invención de una cosmogonía privada que permita auscultar el pasado buscando comprender el presente. Los personajes intentan superar el caos de la realidad resguardándose en la libertad de la imaginación donde toda ocurrencia es posible: el espacio cerrado de un cuarto en penumbras puede abrirse a la incandescente luz del día y los cuerpos de los amantes recorrer las calles de Tucumán o lugares remotos y distantes en el tiempo, hasta convertirse en los primeros habitantes de la tierra y, de ese hipotético paraíso, retornar al presente a continuar la conversación con sus amigos. Todo pareciera ser vivido en simultáneo y el relato se transforma en máquina veloz, en ojo impasible que observa la totalidad del universo. A partir de estas tensiones —según la visión de un personaje primordial, el poeta Cienfuegos—, el arte es “un tumor de la cultura”, la escritura se vuelve “una desmoralizadora pasión de amontonar palabras” y el mar de Timor (la eternidad) una meta inalcanzable. Las ideas expuestas, impregnadas de escepticismo, intensidad y belleza, se unen a preocupaciones que exceden el ámbito local y recobran fuerza inusitada: la amenaza nuclear, los avances científicos y tecnológicos, la destrucción de la naturaleza. La capacidad de apertura hacia lo nuevo y hacia otros horizontes geográficos marca la diferencia entre la obra de Hugo Foguet y la literatura que le precede en la región, en tanto se vincula sin conflicto al cosmopolitismo propio de la cultura latinoamericana. Guillermo Siles 

Compartir: