latir y revelar, gabriel orge

$16.800

Latir y revelar El viaje que propone Latir y revelar empieza en el cuarto oscuro de la infancia, por donde Gabriel Orge se mueve a tientas, guiado por un instinto de memoria. Sigue los filamentos de luz que podrían llevarlo hacia los cubitos de tiempo congelado, buscando descifrar episodios que se le metieron en los ojos o se le quedaron adheridos a la lengua, como agujas de hielo seco. Despegarlas puede ser un proceso doloroso, necesario, incesante. Así es también el trabajo de rastreo de espectros y huellas que el fotógrafo cordobés realiza provocando choques, raspaduras e iluminaciones mutuas entre un pasado y un presente que vibran en una misma frecuencia de violencia y muerte. Latir y revelar es en parte bitácora, diario íntimo o mejor (quizás) caja negra de Apareciendo, proyecto iniciado en 2014 con una acción efímera: sobre la medianera de un edificio en barrio Cofico se proyectó una fotografía de Jorge Julio López. Los disparos de luz en paisajes urbanos o naturales se activaron en el río Ctalamochita, en sitios históricos de Uruguay y Paraguay, en los desiertos de Chile, componiendo un mapa vivo del horror provocado por la represión en el Cono Sur. En los últimos años, el proyecto se amplió a casos de víctimas de violencia institucional, el exterminio de poblaciones aborígenes o la trata de personas.

 

Latir y revelar muestra además las facetas del artista como narrador y pensador de la imagen. Por la vía de una escritura nítida, intimista y reflexiva, el fotógrafo se revela aquí como un arqueólogo sutil de las capas emocionales en las que están incrustadas las esquirlas de materia ardiente de eso que llamamos “Historia”. El trabajo de la memoria, como lo practica Orge, es una disciplina ética, una decisión, siempre frágil, acosada por el peligro de ahogarse en el río del tiempo, dirigida a lograr una proeza: que el pasado no pase, que no se congele en arte o discurso, que siga quemando.

 

Demian Orosz

 

 

 

Gabriel Orge nació en Bell Ville, provincia de Córdoba en 1967. Es fotógrafo, docente y artista visual. Desde el año 2000 coordina el proyecto Manifiesto Alegría, taller de experimentación orientado a la producción y formación en torno a la fotografía contemporánea.

Recibió distintos premios y becas, entre ellos el 1er Premio adquisición del Salón Nacional de Artes Visuales 2015 con la obra Apareciendo a López en el río Ctalamochita.  Obras suyas forman parte de colecciones públicas y privadas. Este es su primer libro.

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