un país mental, 150 poemas chinos contemporáneos, a,a, v,v,

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Esta antología pone a consideración del lector una suma extraordinaria. No es la flora ambigua de un mundo en decadencia, o la evacuación en ánforas disparatadas de un vino demasiado viejo. Tampoco el frenesí donde la poesía a veces, convertida en puro oficio disolvente, se reduce a observar con ironía el tránsito tan lento del carro de las alegorías retóricas. Es algo más y algo menos que todo eso: una tradición en movimiento. Aunque no es imposible que, en sus derroteros particulares, alguno de estos poetas haya desoído ocasionalmente el precepto según el cual, en el verso, la única tragedia es la ociosidad, lo cierto es que habría que buscar mucho para hallar, en la historia de nuestro interminable siglo XX, una laboriosidad semejante, o mejor dicho, un ejemplo tan nítido de una poesía entendida como empeño y afán colectivos. Sin que esto vaya en desmedro, a la vez, de la riqueza y la diversidad de sus múltiples voces, de la cual los más de treinta poetas aquí seleccionados constituyen apenas un pequeño muestrario. Algunos lectores podrán encontrar en estas páginas, a la luz de ciertos destellos familiares, una confirmación de que todo aislamiento es, hoy en día, ilusorio; otros tenderán a captar más bien los tonos extraños de una distancia discretamente organizada. Por mi parte, tras décadas de frecuentar la poesía de muchos de estos poetas, prefiero ver ahí la confirmación, una vez más, de que entre los signos que anuncian la liquidación inminente de un mundo, nuestro mundo, la poesía dejar oír siempre su voz antes que nadie.

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