gerlihogar, maricel santin

La sencillez con la que fue escrita Gerlihogar, su dinamismo, el uso de un lenguaje coloquial bien argentino, la fluidez con la que la pluma de Maricel Santin avanza en la deconstrucción de su personaje principal, Jezy, van desembocando en una atrapante complejidad que trasciende por mucho la historia individual de una chica abrumada por su trabajo, cuya vida amorosa no termina de satisfacerla.

Paula Jiménez España

 

Con un lenguaje coloquial, muy argentino, muy nuestro, logra una narrativa dinámica, que nos permite vivir en carne propia el vértigo de un viaje, que como en todos los relatos de este tipo, implica una salida de la zona de confort para sumergirse en la distancia, en territorio desconocido, pero también en lo más hondo de nosotrxs mismxs. Como dice una canción de La Renga "el final es donde partí", se vuelve al inicio, pero más sabios y más livianos.

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