El traductor, Salvador Benesdra

$34.800

Ricardo Zevi traduce para Turba -una editorial de izquierda y de las últimas que a comienzos de los 90 aún tenía un traductor en planta- a un filósofo liberal y racista que estaba terminando de remover las pocas coordenadas ideológicas que le quedaban. Había caído el Muro de Berlín y la URSS colapsaba dejando. En eso pensab a Zevi cuando en un bar conoce a Romina, una salteña adventista que recorría las mesas llevando la palabra del Señor. Romina resulta ser justo lo que necesita, alguien capaz de vivir las aberraciones e inclemencias deldestino como una estratagema de Dios, pero junto con el amor surgen también los obstáculos. Los problemas sexuales abren la puerta a la perversión y la violencia. Mientras en Turba, ese reducto hasta entonces inmune a la explotación debido a las ideas progresistas de sus dueños, comienza a operar el ?remedio milagroso? de la flexibilización laboral.

 

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