| 2 cuotas de $18.000 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $36.000 |
| 1 cuota de $36.000 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $36.000 |
| 2 cuotas de $18.000 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $36.000 |
| 3 cuotas de $15.492 | Total $46.476 | |
| 6 cuotas de $8.811,60 | Total $52.869,60 | |
| 9 cuotas de $6.562,40 | Total $59.061,60 | |
| 12 cuotas de $5.468,40 | Total $65.620,80 | |
| 24 cuotas de $4.222,65 | Total $101.343,60 |
| 3 cuotas de $15.499,20 | Total $46.497,60 | |
| 6 cuotas de $8.508,60 | Total $51.051,60 | |
| 9 cuotas de $6.366,80 | Total $57.301,20 | |
| 12 cuotas de $5.214,30 | Total $62.571,60 |
| 3 cuotas de $16.052,40 | Total $48.157,20 | |
| 6 cuotas de $9.531 | Total $57.186 |
| 18 cuotas de $4.590,80 | Total $82.634,40 |
| 1 cuota de $36.000 sin interés | CFT: 0,00% | TEA: 0,00% | Total $36.000 |
Deseo de combate y muerte indaga cómo fue posible el surgimiento del terrorismo de Estado en Argentina desde una perspectiva muy poco explorada: las condiciones emocionales y afectivas para el ejercicio de la represión ilegal por parte de las Fuerzas Armadas. Centrado en un caso paradigmático de violencia estatal, el Operativo Independencia, llevado a cabo en Tucumán a partir de febrero de 1975, Santiago Garaño analiza de qué modo se generó, entre los miembros del Ejército, un clima propicio para involucrarse personal, grupal y corporativamente en la represión a partir de fuertes emociones y sentimientos como el odio y el deseo de venganza.
Sobre la base del análisis de fuentes muy diversas —documentos castrenses, memorias de oficiales, “diarios de campaña”, entrevistas a exconscriptos y gendarmes—, Garaño identifica una serie de marcas de género vinculadas al ejercicio de la violencia. La represión es descripta como una cosa de hombres, apelando a los valores militares de hombría, valentía, coraje y heroísmo.
“La puesta en práctica de la desaparición forzada de personas no fue una tarea despersonalizada, carente de emociones, sino que estos sentimientos —como la ira, la furia, el odio y el recuerdo de los compañeros ‘caídos’— fueron potentes fuerzas políticas sin las cuales no hubiera sido posible cometer delitos tan terribles. El grueso del Ejército vivió una experiencia corporal y afectiva que los atravesó y los volvió capaces de cualquier cosa: hubo deseo de combate y deseo de venganza.”
